LOS CRACKS DEL 29
En la primavera de 2020, nació en un grupo de WhatsApp algo que pronto se transformaría en una auténtica revolución callejera y festiva: LOS CRACKS DEL 29. Surgidos entre tintorro, tortilla de patata y torreznos de Soria, este colectivo zaragozano encontró en el swing su forma de vida, su grito de guerra y su razón de ser. Aunque su nombre pueda recordar al crac del 29, lo único que comparten con aquel apocalipsis financiero es la pasión por el ritmo trepidante y la energía arrolladora de la música de los años 30. Tocan, cantan, bailan y viven con intensidad cada nota, porque en su universo el swing no es nostalgia, es subidón puro. Desde sus primeras actuaciones en las calles del casco antiguo de Zaragoza, han defendido el espacio público como un lugar para convivir, reír y bailar en libertad. Y aunque son criaturas callejeras por vocación, también adoran el escenario y los focos: con alma de vedette y espíritu de teatro, hacen brillar cualquier sala, terraza o carpa que se cruce en su camino. LOS CRACKS DEL 29 no sólo tocan música, celebran la vida… así que, ¡bailad, malditos!